La Consejería de Presidencia y la asociación Autismo Melilla han suscrito un acuerdo de colaboración para el desarrollo del programa ‘Hábitos Saludables en Personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA)’, por un importe de 15.700 euros. Se trata del primer convenio que el área que dirige Paz Velázquez rubrica con la entidad presidida por Nicolás Fernández.

Según Velázquez, “educar en hábitos de vida saludable relacionados con la higiene, alimentación y ejercicio físico, contribuye al desarrollo de una buena calidad de vida y a la prevención de problemas de salud en un futuro. Las dificultades comunicativas y de coordinación motora que presentan las personas con TEA, hace especialmente difícil intervenir en esta materia, por lo que un equipo de trabajo bien formado, además del apoyo a las familias se hace imprescindible”.

Para Velázquez, “el objetivo de este programa es el fomento de unos hábitos de vida saludable, en relación con la alimentación, ejercicio físico e higiene, entre las personas con TEA, con una intervención especializada, con personal específicamente formado para la realización del programa, y a su vez, adaptado a la forma de aprendizaje de estos usuarios (apoyo visual, estructuración por pasos de las actividades, secuenciación y sucesión de las mismas para que sean previsibles…).

La consejera destaca “el magnífico trabajo” que viene realizando Autismo Melilla, “una entidad sin ánimo de lucro, que se constituyó en 2008 con el fin de crear un lugar de encuentro para los familiares y amigos de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y de conseguir dar respuesta a las necesidades específicas que presentan”.

Por su parte, la Asociación Autismo Melilla agradece “a la Consejería de Presidencia y Salud Pública la firma de este convenio de colaboración que va a permitir a la entidad trabajar con sus usuarios un aspecto muy importante y no siempre suficientemente valorado”.

Para esta asociación, “los hábitos de vida saludable muchas veces se dejan de lado ante la dificultad de afrontarlos en personas que, a los problemas de comunicación propios del autismo, suelen sumar una discapacidad intelectual”.

Este convenio le permite a la asociación “trabajar la actividad física, la alimentación saludable y unos correctos hábitos de higiene y autocuidado, interviniendo con los usuarios de manera especializada, tanto de forma grupal como individualmente, y también con las familias”.

Fuente: Melilla Media

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