La Ciudad destinará 13.500 euros a un servicio para detectar animales vagabundos en el perímetro y los pasos fronterizos.

En un mes y medio se han detectado en la ciudad cinco casos de rabia y el último pudo causar la muerte de una niña. Así lo aseguró ayer la consejera de Presidencia y Salud Pública, Paz Velázquez, que señaló que sin la intervención de los técnicos de su área, la Policía local y la colaboración ciudadana no se habría encontrado a la pequeña y ahora lamentaríamos su muerte.
La cantidad de perros con rabia detectados muestra, según la consejera, que “hay un gran brote” de esta enfermedad en Marruecos. Por ello, se ha contratado un servicio extra de recogida de animales vagabundos en las afueras de la ciudad, el perímetro y los pasos fronterizos, destacó.

Cifras de años 90
En total, se han registrado seis animales con rabia en este 2016. Una cifra elevada y que no se parece a la de años anteriores. Velázquez indicó que hay que remontarse a la década de los 90 para volver a registrar esas cifras.
La consejera de Presidencia señaló que la rabia es una enfermedad mortal que tiene un gran peligro para la salud pública de animales y de personas.
Un servicio extra
Por ello, la decisión de la Ciudad ha sido destinar 13.500 euros para contratar un servicio de recogida de animales en las afueras de Melilla. Éste se sumará al que ya hay en la Consejería de Seguridad Ciudadana.
Velázquez reconoció que en Melilla hay un “gran problema” con esta patología debido a la cercanía con Marruecos. Aseguró que “la permeabilidad del perímetro fronterizo, pues este hecho posibilita la entrada a diario de perros vagabundos asilvestrados que lleva a la creación de verdaderas jaurías en torno a la zona perimetral y que son muy difíciles de controlar”.
En este sentido, comentó que algunos animales que se hayan contagiado pueden llegar a los barrios y transmitir la enfermedad a otros animales o personas.
“Están empeorando ostensiblemente los casos de rabia en la ciudad por el gran brote que hay en Marruecos”, subrayó la consejera  al registrarse seis animales con esta patología y los cinco últimos en un mes y medio.
Una muerte que se evitó
El último caso de rabia fue el detectado en un perro que estaba en el Parque Hernández y que mordió a varias personas. Velázquez afirmó que todas fueron vacunadas de forma inmediata contra esta enfermedad en la Dirección General de Sanidad.
Sin embargo, recordó que el perro también mordió a una niña de 4 años que se fue del lugar. Tardaron varios días en encontrarla y eso le pudo haber costado la vida. Por ello, reiteró su agradecimiento a los policías locales, ciudadanos que colaboraron con este tema, así como a los técnicos. De hecho, puntualizó que no se produce una muerte por rabia en España desde 1978.

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Fuente: El faro de Melilla

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