La Consejería resalta que esta dosis “aumenta temporalmente los niveles de anticuerpos maternos”.

La Consejería de Presidencia y Salud Pública insiste en que “la mejor forma de prevenir la tos ferina en recién nacidos es la vacunación de la embarazada”. Ayer mismo, a través de un comunicado de prensa, este área del Gobierno local incidió en que la administración de una dosis entre las semanas 27 y 36 del embarazo “aumenta temporalmente los niveles de anticuerpos maternos”, que se transfieren al bebé a través de la placenta, “protegiendo pasivamente al recién nacido hasta que reciba la primera dosis de inmunización primaria frente a la tos ferina al cumplir los dos meses de edad”.
El área del Ejecutivo de la ciudad que dirige Paz Velázquez también informa de que esta vacuna es “totalmente segura y eficaz durante el embarazo” para el feto y la madre. Además, apunta que también protege a la progenitora frente a la difteria y el tétanos. “Se trata de una dosis inactivada, por lo que no puede producir la enfermedad. Como cualquier medicamento, puede producir efectos secundarios, generalmente leves y poco frecuentes (dolor, enrojecimiento, inflamación y en ocasiones fiebre), que en ningún caso afectan a la salud del bebé”, concluye.
En Melilla, la Ciudad Autónoma, desde la Dirección General de Sanidad y Consumo, aplica desde el pasado mes de diciembre esta vacuna, que está a disposición de cualquier mujer en cinta que pase por el ginecólogo.

Peligros de la tos ferina
Por otra parte, desde la Consejería avisan de que la tos ferina es “una enfermedad muy contagiosa” que provoca “una infección respiratoria grave”. Afecta a niños, adolescentes y adultos, pero especialmente a lactantes menores de seis meses. También alerta de que desde 2010 existe un incremento en cuanto a los casos de esta enfermedad, sobre todo en bebés de menos de tres meses. Por todo ello, Salud Pública anima a las embarazadas a que se dejen asesorar por su médico.

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